Lo que dice el juglar no es lo que cuenta el cantar : releyendo el Poema de mío Cid
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es
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Quando me pago só monje e quando me pago soy calonje" : studia in honorem Bernard Darbord, Quando me pago só monje e quando me pago soy calonje" : studia in honorem Bernard Darbord. 2018 n° 24
Cilengua
Resumen en español
El psicoanálisis nos enseña que, diciendo lo que dice, el hablante siempre dice otra cosa (dimensión ale-górica del lenguaje) y diciendo otra cosa siempre dice lo mismo (compulsión de repetición y retorno de lo reprimido). ...Leer más >
El psicoanálisis nos enseña que, diciendo lo que dice, el hablante siempre dice otra cosa (dimensión ale-górica del lenguaje) y diciendo otra cosa siempre dice lo mismo (compulsión de repetición y retorno de lo reprimido). Por su parte, la lingüística, y más específicamente la teoría de la enunciación, nos enseña que todo acto de habla supone una actividad metalingüística, más o menos consciente y más o menos declarada, de modo que, si al acto de narración nos referimos, cabe afirmar que, contando una historia (intriga principal), el narrador siempre cuenta paralelamente la historia de su narración (intriga secundaria), de donde resulta un doble sistema de referenciación, diegético uno, metadiegético otro. De la conjunción de estos dos acercamientos se desprende que todo relato supone en realidad tres actos narrativos entreverados: el de la historia propiamente dicha, el de la otra historia que se urde a través de esa primera trama (intriga latente fraguada en los intersticios de la intriga patente) y el de su propia narración; toda historia (nivel diegético), se cuenta a sí misma (nivel autorreferencial) a la vez que nos cuenta otra historia (nivel simbólico 1). Hay, pues, en todo acto de habla dos vertientes, una regida por la voluntad del hablante y otra, por así decirlo, que se le escapa : hablar siempre es decir más de lo que en verdad se dice o pretende decir. Sin poner en tela de juicio el carácter intencional del acto de habla, afirmaremos que lo que dice el hablante no es necesariamente lo que dicen las palabras que emplea, esto es lo que declara el producto acabado-intencional o no de su combinación sintagmática. Los breves apuntes que se presentan a continuación no pretenden sino ilustrar a través de dos sencillos pero instructivos ejemplos tomados del Poema de Mio Cid la aptitud del texto poético para promover lecturas paralelas e impactar el imaginario del lector suspendiendo la discursividad del poema leído, o más exactamente, escuchado con lo que Theodor Reik llamó evocadoramente la "tercera oreja" : lo que dice el texto no es lo que oye, en última instancia, el lector atento a las repeticiones que lo jalonan, a sus concatenaciones, sus variaciones y metamorfosis. En tanto que realización discursiva, la gesta no escapa de esta condición : lo que nos dice el juglar no es lo que nos cuenta su cantar. Escuchar no ya lo que dicen las palabras sino lo que dice su pulsación, no el Cantar sino, por utilizar la fórmula de Miguel Ángel Asturias, "el cantar del cantar de [sus] latidos" es lo que, a contramano y hasta a contragramática, nos proponemos llevar a la práctica en las páginas que siguen.< Leer menos
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